lunes, 30 de diciembre de 2013

Tocándole el piano a una mujer que detesto


Escribo por no hacerme daño, con el jazz de fondo pensando, 
que ojalá todo fuera como antaño, hace 4, 5 o 6 años,
cuando era un chico feliz y nada sabio, que no sabía ni qué era el Larios.

Escribo por desahogar el alma sin ahogarla, que se ha ido de su hogar y quiero reportarla,

mirando a la muerte cara a cara no arreglo nada, pero aprendo a observar,
sacando de quicio viejos pensamientos que ya son historia, 
me dirijo al bar.

Escribo sobre lo que pienso y siento, si no sería perder mi tiempo, 

estando aquí, allá, da igual, después el paracetamol y el ron harán el resto,
empujo las teclas del teclado como un maestro en esto, 
como tocándole el piano a una mujer que detesto.

Escribo y soplo para dentro, fuego se apaga, derrama el caldero, me quemo,

como el ruido de la ciudad y tu tan puesto, gemidos y después silencio del cerdo, preparado para comérselo,
abierto en canal de hemisferio a hemisferio, por la boca vive el pez y muere ésto, tu no sé, yo lo siento.

Escribo a oscuras en mi cuarto, y siendo honesto, prefería beber y llorar pero no tengo dinero,

ni lagrimas ya joder y mira que no suelto pero, dime te quiero, ya me afectará cuando se me gaste el mechero,
una nota larga, una pausa, 
un - bájate a un "cigarrico" y nos vemos. 
- termino un asunto y voy pa'bajo. (sin ganas) 
- vale vale, te espero.

Escribo ésto y me bajo que mas o menos ya voy bien, recuérdame, que me hago daño sólo pero aparte, quien?

éste es el momento donde digo Diego, - que pasa tío? -ahora nos vemos, estoy llegando al andén,
como estás, bien? me alegro, te traje tus 10 euros, se ha portao' el Rubén.
- 'Okei' cojo el papel y ... que les den.